10. Si conmigo Dios, ¿contra mi quién?
Un prisionero Rumano llamado Pavel M. decidió demandar a la Iglesia Ortodoxa Romana, ¿la razón?, había sido acusado de asesinato y condenado a 20 años de prisión y culpaba a Dios por haberle fallado en «librarlo del mal». ¡Más astuto que el diablo!
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