8. ¡Yo no fui!
Un adinerado hombre de negocios español llamado Tomas Delgado conducía su auto sobre el límite de velocidad cuando atropelló a un niño. De manera insólita, éste no fue enviado a prisión, incluso cuando abusaba de los límites de velocidad. Delgado alegó que el pequeño manejaba bicicleta en la noche sin usar casco o reflectores, por tanto, la responsabilidad del acto recayó sobre el infante. Para empeorar las cosas, el hombre decidió demandar a la familia del niño por los daños causados a su Audi en el accidente.